El mar, el río, el bote, la champa y el canalete, el paisaje cálido de la naturaleza, la madera, los pájaros y la pesca, son algunas características del lugar donde nació y creció Wilson Córdoba Mena, un hijo de Urabá, subregión del departamento de Antioquia, que cuenta con una gran diversidad cultural, varios desafíos ligados a la desigualdad social, pero privilegiada por su posición geoestratégica y su contacto con el mar Caribe.
Córdoba Mena se formó a pulso, como él mismo lo describe, con mucho esfuerzo y una alta dosis de autodeterminación. La inmensidad del mar lo inspiró para mirar más allá y no conformarse con aquel panorama que le ofrecía la vida, rodeado por la escasez y la falta de oportunidades, por lo que, motivado por servir cada vez más a la gente y su clara necesidad de crecimiento personal y de alcanzar grandes metas, emigró de la ruralidad de Puerto Girón, corregimiento del municipio de Apartadó, hacia las poblaciones urbanas del Eje Bananero de Urabá, en búsqueda de un mejor porvenir. Entre desilusiones y esperanzas, contemplaba en su imaginación el “fango cenagoso” de su sector rural, en contraste con la ruta promisoria de una tierra de puertos e intercambio comercial con el mundo.
Fue así como la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD le llegó como una oportunidad para iniciar a cumplir sus sueños, pues siendo adulto aun no lograba convertirse en profesional, lo que sentía que le hacía falta. “La metodología a distancia y virtual de la UNAD, el acompañamiento de sus docentes y funcionarios en general del CEAD Turbo, formaron parte de este proceso que culminé con éxito, logrando mi título de psicólogo y con ello, lleno de nuevos conocimientos y una nueva visión social, enrutarme con mayor decisión hacia los grandes logros que he conquistado”, asegura con gran emoción Córdoba Mena.
Y es que haberse formado como psicólogo en la Universidad, le permitió ampliar su mirada sobre la realidad, de allí su pasión por acompañar procesos relacionados con el bienestar social y sobre todo que vinculen a las comunidades más desfavorecidas. Wilson no se olvida de dónde viene ni quién es en esencia; por el contrario, lo lleva presente como una insignia que le permite servir cada vez más, para que muchas personas tengan apoyo y logren sus objetivos de vida.
Precisamente, hoy es el Director Regional de la Unidad de Víctimas de Antioquia. Anteriormente, fue congresista de la República en la Cámara de Representantes, lugar desde donde logró hacer visibilizar la población negra, afrocolombiana, palenquera y raizal, así como hacer posible la creación del Sistema Nacional de Información de Becas y Créditos Educativos (SNIBCE); gestionó el banco de sangre para la región de Urabá, logró que a los adultos mayores se les aumentara la cuota alimentaria; hizo posible que se derogara la Resolución 448 de 2016, porque que con ella se afectaba a los productores plataneros de Urabá; y dejó en tránsito un proyecto que actualmente es ley, consistente en que a los jóvenes no se les exigiera experiencia laboral y se les reconocieran las prácticas como tal.
Notoriamente emocionado, Wilson Córdoba Mena, afirma: “en ocasiones no la creo, gracias Dios por tantas bendiciones”. Hoy, luego de trasegar por varios escenarios, de superar escollos y buscar alternativas para sobreponerse a la dificultad, mira al horizonte y se siente orgullo de haber generado diversas acciones que no solo han influido en el contexto local y regional, sino que tienen un impacto y reconocimiento a nivel nacional.