Haritold Ocaña encontró en la enseñanza su herramienta de vida. Oriundo de la ciudad de Pasto y con títulos en Publicidad, Diseño Gráfico, Licenciatura en Ciencias Sociales, Comunicación Social y Educación Superior a Distancia, halló en el estudio lo que mejor sabe hacer: enseñar.

Con más de 30 años de experiencia llevando la enseñanza a todos los niveles de formación, desde los más chiquitos en preescolar hasta los universitarios, ha dedicado 25 de ellos a conocer, investigar y crear estrategias de aprendizaje como base fundamental para todo proceso educativo.

“Mi perfil como docente me permite mantener un contacto directo con la gente y proponer diferentes actividades de carácter académico y cultural que redundan en el aprendizaje continuo, las cuales han ido estableciendo puentes de comunicación en beneficio de todos los participantes”, asegura.



Prueba de ello es la elaboración del mural en una de las paredes de la biblioteca de la UNAD, espacio artístico creado en 2002 que tiene una medida de seis metros de ancho por tres de alto y cuyo propósito se centró en la idea de entender la biblioteca como un centro de aprendizaje.

De igual forma y en el mismo espacio, creó el Rincón Unadito, un lugar pensado para la lúdica y la diversión, que promueve el acercamiento de los hijos de los funcionarios y estudiantes de la UNAD hacia el desarrollo de actividades didácticas de aprendizaje por medio de la práctica de talleres en diferentes campos cuyo propósito es propiciar acercamientos al conocimiento desde diversas orillas. Dicho proyecto fue destacado internacionalmente al ser presentado como una experiencia exitosa de la biblioteca viva.

De esta manera, Haritold Ocaña lleva otra forma de aprender a partir de la lúdica, la diversión y el juego, haciendo de estos momentos, memorias trascendentales para la vida de quienes impacta.


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