Aunque la adversidad rodeó la vida de Jonatán Cano Jiménez en sus primeros años, esto no fue impedimento para que el sueño de salir adelante se convirtiera en realidad.
“Las ganas, el empuje y ese deseo de ser una persona al servicio de todos, capaz de generar cambios en la sociedad fue la motivación más grande”
Jonatán nació en Curumaní, Cesar, el 24 de julio de 1992, fue criado en el corregimiento de Sabanagrande y su niñez estuvo marcada por la pobreza y la ausencia de su padre, quien fue asesinado a manos de grupos armados al margen de la ley. A pesar del dolor y la escasez de recursos, su madre Yajaira Jiménez velaba por el bienestar y el sustento diario de sus tres hijos. En medio de esa necesidad, Yajaira se vio obligada a aceptar un empleo en la Ciudad de Valledupar y tuvo que dejar a cargo del hogar a María de Jesús Salazar, abuela de Jonatán Cano.
Jonatán, siendo el menor de sus hermanos, se destacaba en el colegio por sus altas calificaciones y su capacidad de servicio. Para el 2009, cuando cursaba grado 11, fue elegido personero institucional del Colegio Cristian Moreno Pallares y alcanzó el segundo puesto de las pruebas ICFES de su institución. Al finalizar el bachillerato se dedicó a explorar alternativas que le permitieran generar un ingreso económico para subsistir y aspirar a una mejor calidad de vida. Así se ganó un espacio como Secretario de la Junta de Acción Comunal. Con sus triunfos académicos y reconocimiento social, para Jonathan se convirtió en un desafío continuar con sus estudios de educación superior.
Para 2011, la vida de Jonatán dio un giro inesperado. Gracias al convenio FEDESCESAR, ingresó a la UNAD, esta vez en calidad de estudiante, al programa de Ingeniería Industrial, un logro que se convirtió en un reto cada sábado cuando debía desplazarse en su bicicleta desde su corregimiento hasta el municipio de Curumaní durante 9 kilómetros y en la mayoría de las ocasiones sin tener el recurso económico para comprar el almuerzo de esa jornada. Para esta época y a pesar de las adversidades, logró ser participante de la Red de Estudiantes en el año 2013.
Sin embargo, todo cambiaría para Jonatán cuando la UNAD Curumaní le permitió trabajar como guarda se seguridad, y por esta vía, recibir un ingreso que aportaba no solo para el sustento de su familia, sino que era apoyo para el sueño académico de sus dos hermanas mayores, hoy profesionales en Psicología y Administración de Empresas.
Pero los proyectos de Jonatán no terminaron en 2016 cuando recibió el título de Ingeniero Industrial. Una vez obtuvo este logro quiso ir por más y dio continuidad a sus estudios de posgrado, primero en el programa de Especialización en Gestión de Proyectos y actualmente en la especialización en Gestión Pública y Maestría en Gestión de Proyectos en la UNAD.
Este paso por la UNAD ha fortalecido su liderazgo transformacional, su humildad, el don de servicio y compromiso con la comunidad y le ha permitido ejercer cargos públicos como secretario de Planeación y como alcalde encargado del municipio.