En el pulmón del mundo, Leticia (Amazonas), nació Bruno Ericsson Sinisterra, un hombre de 39 años que encontró en la Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD un apoyo para cumplir su sueño de profesionalizarse, pues luego de buscar en 2008 varias opciones de universidades para culminar sus estudios, fue la modalidad Unadista la que mejor se adaptó a sus necesidades y, allí mismo, la oportunidad de homologar su técnico en telecomunicaciones del SENA para estudiar el programa profesional en Ingeniería Electrónica.
Para ese entonces el centro de la UNAD en Leticia empezaba a dar sus primeros pasos, el sistema tradicional por su parte ofrecía pocas alternativas para quienes laboraban. Por esa razón Bruno ingresó a la UNAD, formando parte de los primeros tres estudiantes que tenía la hoy conocida Unidad de Desarrollo Regional UDR Leticia, pues desde antes de iniciar su pregrado en la UNAD, Bruno ya laboraba en el área de soporte de sistemas de telecomunicaciones del Aeropuerto Internacional Alfredo Vásquez Cobo.
Siendo Bruno de los primeros estudiantes Unadistas de esta zona del país, fue posible conocer desde su experiencia el impacto que ha tenido la Universidad en la región y cómo ha brindado a los amazonenses la oportunidad y facilidad de formarse en el sistema de educación superior pese a las condiciones, límites y dificultades, especialmente en conectividad, que caracterizan al departamento.
“Conservo fresco el recuerdo de la tarde que me matriculé, desde el computador en el mesón de la cocina de una funcionaria de la UNAD, pues era el único sitio de la casa en el que funcionaba la señal del modem de internet; la cocina de la Dra. Ana era la sala virtual y oficina de la universidad. Al cabo de unas pocas semanas, la gobernación facilitó parte de las instalaciones de la antigua oficina de obras públicas, para el funcionamiento de la universidad”, dijo Bruno.
Estudiar en la UNAD le permitió a Bruno fortalecer los conocimientos en el área de telecomunicaciones, que simultáneamente fue aplicando en su labor; y al ser una persona conocida en Leticia fue un referente y ejemplo para otras personas que poco a poco se fueron vinculando a la Universidad para perseguir también sus sueños.
A la par, Bruno fue descubriendo su amor por la docencia, pues mientras estudiaba fue de gran apoyo para los demás estudiantes que tenían dificultades en el área de las matemáticas, y fue en ese momento en el que encontró en las tutorías no solo una fuente de ingresos sino su vocación docente. Es así como luego de culminar su pregrado en el año 2012, tuvo la oportunidad de vincularse nuevamente a la UNAD, pero en esta ocasión, como docente.
De esta manera es como Bruno logró hacerse a un proyecto de vida marcado 100% por la impronta Unadista. Se formó como magister en Proyectos Educativos Mediados por TIC, y así hoy es guía y ejemplo para quienes han decidido apostarle, como él, a la educación.